Rebajas

En estas fechas de rebajas - y en cualquier otra - vemos gangas similares a "los precios más bajos", "le rebajamos el 70%" o "si viene desnudo su compra le sale al 20%" que nos hace pensar qué es lo que realmente gana el comerciante y paga a sus empleadas - no es por usar una corrección linguísticosexual tan en boga actualmente sino que ¿cuántos hombres que trabajen en tiendas de ropa pueden ofenderse por usar ese término? ¿cuántos hombres trabajan en tiendas de ropa? -. Luego vemos la nómina de una y, a parte de estar explotada de 8 de la mañana a 10 de la noche con 2 horas para comer, cobra una miseria y, si se llevaba una comisión por venta, seguro que esta disminuye con la excusa de "al final ganarás más porque venderemos más".
No he trabajado en ninguna tienda de ropa - y no me sentiré ofendido por que usen conmigo el femenino si el grupo es mayoritariamente así de igual modo - pero conozco al empresario que se forra a costa de sus trabajadores, sus clientes y el estado - como creando empresas fantasma para no llegar a 20 trabajadores en cada una y así impedirles sindicarse, pagando a sus empleados parte de la nómina en negro para ahorrárselo en Seguridad Social, extralimitando las funciones de los trabajadores, contratando trabajadores en países menos agraciados para pagarles una miseria - aún más si cabe - vendiendo gatos por liebres . . .
Para mí las rebajas son como las Navidades para muchas personas: me hacen pensar en lo muy mal que estamos muchos debido a las deficiencias sociales de este sistema capitalista/globalizador. Me dan ganas de patear algunos culos/cuentas bancarias para arreglar esta situación. Luego me doy cuenta que la masa - única gran fuerza - es tan inteligente como el miembro más estúpido y me deprimo al conocer a más de un borrego que pertenece a esa masa y cedo en mi lucha en la que un hombre solo no puede contra un sistema, aunque creo que este pensamiento me lo ha inculcado - subliminalmente, claro - la publicidad; pero ya hablaré de ella en otro momento.